Información sobre la hormiga común
La hormiga común, cuyo nombre científico es Lasius niger, es un insecto social de pequeño tamaño: las obreras miden entre 3 y 5 mm y las reinas pueden alcanzar hasta 9 mm. Su peso es mínimo y su cuerpo, dividido en cabeza, tórax y abdomen, presenta una coloración negra o marrón muy oscura, con antenas acodadas y patas finas. Las obreras son ápteras, mientras que las castas reproductoras desarrollan alas durante el vuelo nupcial. Su esperanza de vida varía según la casta: las obreras viven varias semanas y las reinas pueden sobrevivir varios años.
Algunos datos importantes sobre la hormiga común
- Ciclo biológico
- Hábitats más frecuentes
- Problemática sanitaria
- Calendario de Afectación
- Tabla resumen de características
La hormiga común presenta un exoesqueleto rígido y una anatomía claramente segmentada en cabeza, mesosoma, pecíolo y gáster. Esta estructura les aporta gran resistencia y facilita su movilidad tanto en superficie como en espacios reducidos.
Al tratarse de insectos holometábolos, completan una metamorfosis total que incluye fases de huevo, larva, pupa y adulto. Son organismos altamente sociales, organizados en colonias donde cada casta cumple un papel específico en el funcionamiento y supervivencia del nido.
Se calcula que existen más de 22.000 especies descritas, lo que convierte a las hormigas en uno de los grupos animales más exitosos del planeta. Su distribución es prácticamente mundial, estando ausentes únicamente en la Antártida y en algunas islas extremadamente aisladas o con condiciones ambientales muy hostiles.
Ciclo biológico
El ciclo biológico de la hormiga común está profundamente influido por la temperatura y la disponibilidad de alimento. Aunque pueden encontrarse activas durante buena parte del año, su actividad se intensifica claramente con la llegada del calor, ya que las obreras incrementan la búsqueda de recursos para sostener a la colonia. Las primeras apariciones visibles suelen darse en primavera, cuando las temperaturas superan ciertos umbrales y el nido retoma su ritmo normal tras el invierno.
Durante los meses más cálidos (especialmente julio y agosto) las colonias alcanzan su máxima actividad. En esta etapa, el desarrollo de huevos, larvas y pupas es más rápido, lo que acelera la producción de nuevas obreras y favorece la expansión de rutas y puntos de entrada en viviendas y negocios. Además, es el periodo en el que pueden producirse los vuelos nupciales, momento en que machos y hembras alados abandonan el nido para reproducirse y fundar nuevas colonias.
Aun así, la presencia de hormigas puede extenderse desde la primavera hasta bien entrado el otoño, especialmente en entornos urbanos donde la temperatura se mantiene estable y el acceso a alimento es constante. En interiores, algunas colonias pueden mantener actividad incluso en invierno si encuentran condiciones favorables. Por este motivo, la hormiga común puede convertirse en una plaga persistente si no se interviene sobre el nido y sus rutas de acceso.
Hábitats más frecuentes
- Zonas húmedas y cálidas del jardín: césped, bordes de caminos, macizos de plantas o bajo piedras, donde encuentran refugio y buena disponibilidad de alimento.
- Grietas y fisuras en edificaciones: rodapiés, marcos de puertas, juntas de baldosas o pequeños huecos estructurales que facilitan la entrada y el establecimiento de rutas.
- Cocinas y áreas con restos de alimento: suelos, despensas y zonas donde se acumulan migas o líquidos derramados, que actúan como potentes focos de atracción.
- Espacios exteriores con sombra y humedad: patios interiores, garajes, trasteros y zonas poco transitadas donde pueden instalar nidos secundarios o rutas de forrajeo.
Problemática con la hormiga común
La hormiga común puede convertirse en una molestia significativa en viviendas, comunidades y negocios debido a su capacidad para establecer rutas de forrajeo muy persistentes y acceder a prácticamente cualquier zona donde haya alimento disponible. Aunque no suele causar daños estructurales, su presencia constante en cocinas, despensas y áreas de almacenamiento compromete la higiene, contamina superficies y genera incomodidad para los usuarios.
Cabe destacar que, determinadas especies pueden provocar pequeñas mordeduras o reacciones alérgicas en personas sensibles, especialmente cuando la colonia es numerosa. Su rapidez para expandirse mediante nidos satélite y su tendencia a regresar si no se elimina por completo el foco original favorecen infestaciones recurrentes. En entornos comerciales (especialmente alimentarios) esto supone un riesgo reputacional y sanitario que requiere intervención profesional.
Problemas asociados a su presencia y actividad
En entornos domésticos y profesionales, la presencia de hormigas puede generar diversas molestias y complicaciones, especialmente cuando las colonias encuentran alimento y condiciones estables para expandirse:
- Contaminación de alimentos y superficies: acceden con facilidad a cocinas, despensas y puntos de almacenamiento, dejando restos y feromonas que comprometen la higiene.
- Rutas persistentes y difíciles de eliminar: una vez establecen caminos de forrajeo, los mantienen incluso tras limpiezas superficiales, lo que favorece reapariciones constantes.
- Expansión a nidos múltiples: algunas especies generan colonias satélite dentro de paredes, suelos o cavidades, aumentando la dificultad del control y la rapidez de propagación.
- Molestias en zonas exteriores: terrazas, jardines y patios pueden verse afectados por actividad intensa, interfiriendo en su uso y provocando acumulación de individuos en zonas de paso o descanso.
Plagas de hormiga común: calendario de actividad
En la siguiente tabla se puede observar la incidencia y los ciclos vitales de la hormiga común a lo largo del año, con sus etapas de mayor incidencia y su actividad por meses.
Ficha técnica completa de la hormiga común
| Parámetro | Detalle |
|---|---|
| Identificación morfológica | |
| Nombre común | Mosquito común |
| Nombre científico | Culex pipiens |
| Tamaño | Adultos de aproximadamente 4–7 mm de longitud, con cuerpo esbelto y patas largas típicas de los culícidos. |
| Peso | Unos pocos miligramos por ejemplar; las hembras aumentan ligeramente su volumen tras las tomas de sangre. |
| Color | Tonalidades marrón claro a marrón grisáceo, con abdomen segmentado y alas estrechas translúcidas. Aspecto menos contrastado que otras especies como el mosquito tigre. |
| Desplazamiento | Vuelo relativamente silencioso, de corta distancia y a baja altura alrededor de personas y animales, especialmente al atardecer y durante la noche. |
| Marcas distintivas | Cuerpo fino, probóscide larga y recta, antenas filiformes en hembras y más plumosas en machos; ausencia de bandas blancas marcadas en patas y tórax. |
| Dimorfismo | Machos algo más pequeños, con antenas plumosas adaptadas a detectar feromonas; hembras con antenas más simples y abdomen más desarrollado para la puesta de huevos. |
| Biología y ciclo | |
| Longevidad adulto | En condiciones favorables pueden vivir de 2 a 4 semanas; algunas hembras pueden sobrevivir más tiempo refugiadas en lugares protegidos. |
| Reproducción | Las hembras necesitan una toma de sangre para desarrollar los huevos. Realizan varias puestas durante su vida, depositando los huevos en forma de balsas flotantes sobre aguas tranquilas. |
| Puesta e incubación | Cada puesta agrupa decenas de huevos que eclosionan en pocos días según la temperatura. Las larvas se desarrollan en el agua y pasan a pupa antes de convertirse en adultos voladores. |
| Comportamiento reproductor | Aprovecha pequeños focos de agua estancada en entornos urbanos y periurbanos (charcos, desagües, recipientes, imbornales). Con temperaturas cálidas puede completar varios ciclos en una misma temporada. |
| Ecología y comportamiento | |
| Actividad | Principalmente crepuscular y nocturna, con mayor actividad de picadura al atardecer y durante la noche. Durante el día suele permanecer en zonas sombreadas y húmedas. |
| Hábitat preferido | Áreas urbanas y periurbanas con aguas estancadas: patios, jardines, alcantarillado, fuentes y recipientes exteriores. También se asocia a zonas próximas a masas de agua naturales o artificiales. |
| Alimentación | Las hembras se alimentan de sangre de mamíferos y aves para completar la puesta; los machos y las hembras fuera de los periodos de oviposición consumen néctar y otros azúcares vegetales. |
| Impacto sanitario y detección | |
| Riesgos para la salud | Picaduras que causan prurito, enrojecimiento e inflamación local, especialmente en personas sensibles. Puede actuar como vector de virus como el del Nilo Occidental en zonas donde estos patógenos circulan, afectando a personas y fauna. |
| Indicios de presencia | Picaduras nocturnas en extremidades descubiertas, presencia de mosquitos en interiores al atardecer, observación de adultos cerca de puntos de agua y pequeños enjambres en zonas húmedas o mal drenadas. |
| Zonas típicas de refugio | Vegetación densa, patios sombreados, cuartos de instalaciones, sótanos, huecos en edificaciones y proximidad a desagües o depósitos donde se mantiene la humedad. |
| Prevención y control | |
| Prevención básica | Eliminar aguas estancadas, mantener limpios desagües y canaletas, tapar depósitos, revisar recipientes exteriores y usar mosquiteras y barreras físicas en ventanas y puertas para reducir la entrada de adultos. |
| Monitorización | Inspecciones periódicas de focos de agua, observación de actividad de adultos al atardecer y, cuando procede, uso de trampas específicas para valorar la densidad de poblaciones en zonas sensibles. |
| Tratamiento profesional | Planes integrados que combinan eliminación de criaderos, aplicación de larvicidas autorizados en puntos críticos y, si es necesario, tratamientos adulticidas puntuales. Asesoramiento a comunidades y negocios para minimizar la presencia de agua estancada y reducir el riesgo de proliferación. |
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